domingo, 7 de agosto de 2011

Un deseo llamado Tranvía*

Pavas - El Carmen. Recorrido se ajustó a Tren Interurbano
 
El retorno del tranvía a las calles de San José, un proyecto con más de 15 años de estar en el tintero de la Municipalidad de San José, se ha beneficiado del impulso dado a la creación de un sistema ferroviario de transporte público.
Por primera vez, el proyecto ha cosechado adeptos entre las autoridades del Poder Ejecutivo, incluyendo a la presidenta Laura Chinchilla.
La mandataria aseguró en una carta a Fabrice Delloye, embajador francés en Costa Rica, que es necesario tomar pasos concretos para dotar a un amplio sector de la capital de un transporte ferroviario moderno.
“Yo le había perdido el entusiasmo a esta propuesta porque antes de este gobierno, en todos los anteriores, no solo no tuvimos apoyo del MOPT, sino más bien el bloqueo. Dichosamente, ahora encontramos un ministro que le dio apoyo al tranvía y una presidenta que lo respaldó”, aseveró el alcalde Johnny Araya.
El objetivo de la misiva firmada por Chinchilla era solicitar un nuevo financiamiento francés para un estudio de factibilidad.
La Municipalidad, en conjunto con el Ministerio de Obras Públicas y Transportes y el Instituto Costarricenses de Ferrocarriles, finalizaron la elaboración de los términos de referencia para la licitación de dicho estudio.
Pero no será hasta finales de febrero del 2012 que, con la conclusión de dicha investigación, se determinará si es el tranvía el mejor sistema o si se debe optar por la instalación de un trolebús.
El estudio esclarecerá, además, la ruta exacta que se utilizará, para conectar Pavas con la Estación del Atlántico en el distrito El Carmen, y el ramal a la Estación del Atlántico.
Respiro
Uno de los objetivos del desarrollo de un tranvía en el corazón de la Capital es disminuir la cantidad de buses y de autos que entran a la ciudad, dándole un respiro a la infraestructura vial del casco metropolitano y también aire a los transeúntes.
Alrededor de 1.200 rutas de buses trasladan viajeros diariamente hacia el centro de San José. El impacto ambiental se ha dejado sentir. La contaminación sonora y del aire proviene de forma importante de la flotilla vehicular.
“Costa Rica se puso una meta ambiciosa de ser carbono neutral y no hay otra forma de lograrlo, que intervenir en términos de emisiones”, comentó Araya.
Asimismo, el tranvía persigue el objetivo de reactivar el uso de los sistemas de transporte público que ha venido cayendo. En 1983, un 80% de los viajeros usaban el transporte público, sin embargo, este porcentaje se redujo hasta 75% para el 1991 y se cayó hasta un alarmante 54% para el 2008, según el perfil del proyecto que maneja la Municipalidad de San José.
 
*Tomado de elfinancierocr.com



Líneas estuvieron frías por 16 años*

Indecisos entre explotarlo o liquidarlo, varios gobiernos mantuvieron al Incofer en estado vegetativo


Durante más de tres lustros, el futuro de los trenes ha sido un pendiente para las diferentes administraciones.
Pese al cese de operaciones que la administración de José María Figueres Olsen decretó en 1995, el Instituto Costarricense de Ferrocarriles sobrevivió. Eso sí, reducido a su mínima expresión.
Con un déficit de ¢1.642 millones (¢9.917 millones en colones constantes del 2011), la decisión de cesar las operaciones ferroviarias dejó al Incofer con la misión casi exclusiva de velar por los activos, propiedad del Estado. Tal vez el más importante de ellos era una red de derechos de vía que se extendía de costa a costa y cruzaba el Valle Central.
Esta sobrevivencia en estado vegetativo del Instituto revelaba la indecisión gubernamental. No invertían en devolver el ferrocarril a los rieles, ni se animaban a darle el golpe de gracia al Incofer.
Planes fallidos
Casi inmediatamente después del cese de operaciones del ferrocarril, el Gobierno comenzó a plantearse proyectos para aprovechar los kilómetros de vía férrea y algunos de los otros activos en poder del Instituto.
En 1996, el mismo José María Figueres Olsen fue de los primeros en promover la creación de un sistema de trenes interurbanos complementados con servicios de trolebuses y autobuses para agilizar el trasporte público en el Valle Central.
¢1.642
millones era el déficit que reportaba el Incofer en 1995, año en que se decidió cesar operaciones.
2014
Año en que el Gobierno espera que estén operando los tramos Cartago-San José y Alajuela-San José.
¢4.983
millones fueron los ingresos reportados por el Incofer en el 2010. Esta cifra incluye aportes estatales.
Durante la administración de Miguel Ángel Rodríguez (1998 -2002) se comenzó a trabajar en el proceso para otorgar en concesión la operación de un Sistema Nacional Ferroviario, destinado fundamentalmente al transporte de carga.
La renovación del transporte de acero y banano a nivel bastante limitado fueron las primeras señales de retorno a la vida que dio el ferrocarril. Este se mantiene hasta la fecha e incluso existen negociaciones preliminares para ampliar el número de empresas clientes del Instituto.
Pero para el 2001 la concesión fracasó rotundamente. Solo se recibió una oferta de un consorcio indio-colombiano que proponía modificaciones fundamentales al cartel de licitación.
En el 2004, Rocío Aguilar, exsecretaria del Consejo Nacional de Concesiones y hoy contralora de la República, hizo de conocimiento público la existencia de un plan para concesionar una red de trenes interurbanos, pero el proyecto quedó hundido en el silencio.
Retorno a la vía
El fracaso de planes que perseguían la participación privada en la operación ferroviaria del país, le abrió la puerta al Incofer para echar a andar lentamente su maquinaria.
Los crecientes precios del combustible impulsó a la administración de Abel Pacheco a aprovechar el trabajo realizado por el Incofer en la reparación de vagones, máquinas y vías. Así, en el 2005, el Gobierno comenzó a brindar el servicio entre Pavas y la Universidad Latina, en Lourdes de Montes de Oca.
A paso lento, el tren, con Miguel Carabaguíaz en el puesto de maquinista, ha ido ampliando su rango de acción. El año pasado salió de San José para visitar diariamente la Ciudad de las Flores y espera llegar a Cartago en el 2014.
El camino ha sido largo y lleno de indecisiones gubernamentales y planes fallidos. Ahora, con la decisión de echar a andar el tren interurbano, el ferrocarril podría volver a convertirse en un bastión del transporte y sellar el tiquete de su retorno a la vida.
La ruta del tren
1871
Se firma contrato para construir un ferrocarril de Alajuela a Limón.
1910
Se inaugura oficialmente el ferrocarril al Pacífico.
1930
Opera tren eléctrico entre San José y Puntarenas.
1995
José María Figueres ordena el cierre técnico de Incofer.
1998
Tren revive con servicio de trasporte para banano y acero.
2001
Fracasa plan para la concesión del tren de carga.
2004
CNC estudia plan de tren interurbano.
2005
Incofer inicia viajes entre Pavas y San Pedro.
2010
Inicia servicio entre Heredia y Montes de Oca.
2011
Inicia servicio que conecta Belén con San José.






































*Tomado del Periódico el Financiero

Apuesta por tren toma fuerza*

Meta del Gobierno es echar a andar tramos San José-Cartago y San José-Alajuela para el 2014
El Financiero
 
Las vías se despejan para que el tren salga a toda máquina.
El uso masivo de rieles se ha visto afectado por falta de voluntad política, escasos recursos y la comodidad de usar el transporte de combustibles fósiles.
Pero varios factores hacen que el Gobierno deba subir al andén. La inestable presión del precio del petróleo, las urgencias ambientales de impulsar un transporte menos contaminante, el aumento de las presas y los atrasos para movilizarse en el Área Metropolitana hacen que el tren sea una apuesta alta de esta administración.
Con cerca de la mitad de la población habitando en el Valle Central, es una vía casi inevitable. Carros, autobuses, taxis y tráileres compitiendo por circular en las asfixiadas calles; esto dispara una factura petrolera que en un 80% se destina al transporte y llena de humo el aire.
Especialmente críticas son las rutas de acceso a la capital, pues si en Italia todos los caminos van a Roma, en Costa Rica todos los buses llevan a San José.
La gran cantidad de personas que viven en Cartago, Heredia y Alajuela, pero que se trasladan a la capital (la mitad o más de sus habitantes), dificultan el tránsito por puntos clave como La Galera y La Uruca.
Un alivio se acerca sobre rieles, pues el Poder Ejecutivo trabaja en un sistema ferroviario de transporte público que conecte las cuatro provincias del Valle Central. De forma complementaria, un tranvía correría entre la Estación del Atlántico y Pavas.
Banderazo de salida
Los santos óleos recibidos por el proyecto de buses intersectoriales por parte del MOPT abrió más espacio para el tren interurbano del Instituto Costarricense de Ferrocarriles (Incofer).
“Reactivar el tren interurbano es una decisión de este gobierno. La medida ya está en ejecución, por etapas”, asegura Francisco Jiménez, ministro de Obras Públicas y Transporte.
La meta de la administración Chinchilla será que para el 2014 operen los tramos San José-Cartago y San José-Alajuela.
Cuadrillas del Incofer y del MOPT trabajan actualmente en la rehabilitación de la línea férrea entre Curridabat y la Vieja Metrópoli. Los trabajos representan una inversión de $6 millones.
“Con el Tren Tram y el tranvía se nos forma un eje de transporte público diferente y limpio”, dijo Liberman en una entrevista sobre las prioridades de inversión del Gobierno.
El proyecto cuenta además con el apoyo de varias de los alcaldes de cantones importantes por los que pasa el ferrocarril. Tal es el caso de la Municipalidad de Cartago y la de Curridabat.
“Políticamente tiene viabilidad”, dijo Miguel Carabaguíaz, presidente ejecutivo del Incofer.
Quienes han mostrado en anteriores ocasiones oposición a la operación del ferrocarril han sido los autobuseros. Al momento de discutirse la tarifa de los viajes entre Heredia y San José, representantes de Tuasa y La 400 aseveraron que el tren con su cobro de ¢350 significaría para ellos una competencia desleal.
EF intentó obtener la posición de Maritza Hernández, presidenta de la Cámara de Transportistas, sin embargo, no respondió a las repetidas llamadas y mensajes enviados a su celular.
Estudios finales
La idea de echar a andar un tren en el Valle Central fue evaluada por el Consejo Nacional de Concesiones en el 2004. Con la llegada de Carabaguíaz al Instituto, el plan se convirtió en el norte de la entidad que sufrió el trauma de un cierre operativo en 1995.
Bajo su mando, el Incofer volvió a operar rutas. Primero un tímido inicio de viajes turísticos a Puntarenas, después dos viajes diarios entre Pavas y la Universidad Latina, pero fue en el 2010, cuando el tren comenzó a tomar velocidad y abrió su servicio entre Heredia y San José.
Los buenos resultados, en términos de demanda, reportados por la ruta San José-Heredia, abrió la puerta a que se considerase una expansión de las operaciones ferroviarias. Cerca de 11.000 personas viajan en alguna de las tres rutas ofrecidas actualmente por el Incofer.
Esa cifra palidece en comparación las 350.000 personas que el Instituto calcula de forma preliminar que podrían convertirse en usuarios del tren interurbano.
El estudio de la demanda, junto con estudios relacionados con el diseño constructivo de la obra, son algunos de los aspectos que ocupan actualmente a Carabaguíaz y su equipo en el Incofer.
Con estos elementos ya definidos, el Poder Ejecutivo podría estar tomando una decisión en torno al modelo que se utilizaría para financiar la inversión de $250 millones a finales de este año.
El MOPT buscó la asesoría de un equipo del Banco Mundial para la selección de la opción de financiamiento más viable, según explicó Jiménez.
Entre las opciones que se encuentran sobre la mesa están la participación público-privada, el financiamiento externo bajo convenio de país a país, y la creación de una alianza mixta que contaría con participación privada, financiamiento externo y participación pública en la operación.
De Cartago a Ciruelas
Este tren interurbano aprovecharía el paso de vía en manos del Estado.
El recorrido de 75 kilómetros, y que una vez trasportaban carga bordeando los núcleos de población, hoy está incrustado en el corazón mismo de las ciudades.
Desde Cartago hasta Ciruelas de Alajuela, los derechos de vía del tren tocan 51 distritos y se acercan a importantes puntos como hospitales, estadios, centros comerciales, universidades y zonas industriales.
“Los derechos de vía están ubicados dentro de la corriente de paso de las personas y permiten acortar el tiempo de desplazamiento”, dijo Carabaguíaz.
Estimaciones preliminares del Incofer estiman que tomaría entre 40 minutos y una hora viajar entre Cartago y Ciruelas.
Estas líneas férreas serían transitadas por trenes tipo “TRAM” que utilizan electricidad para moverse y tienen la capacidad de correr tanto sobre placas con rieles embebidos como sobre durmientes.
Los trenes pueden llegar a desarrollar velocidades de entre 80 y 100 kilómetros por hora, aunque es poco probable que las desarrollen en el país.
Aunque su camino ha sido largo desde el cierre técnico del Incofer hace más de más de 15 años, el tren interurbano todavía deberá esperar algunos meses más antes de cambiar el 0 kilómetros por hora por un “a toda máquina”.


*Tomado del periódico El Financiero